De manera personal, el modulo MANEJO INTEGRADO DEL MEDIO AMBIENTE, me ayudó a reflexionar acerca de cuál es mi compromiso y responsabilidad ante todo lo que me rodea y hasta donde debo asumir éste como una forma de vida. Fue con la experiencia de la huella ecológica, la cual me sirvió para tomar conciencia ecológica de acuerdo al estilo de vida llevado y buscar alternativas prácticas para mejorarla como por ejemplo: ahorrar energía por medio de bombillas ahorradoras, apagar un bombillo cuando no se esté utilizando, desenchufar el cargador del celular, el computador, entre otros; ahorrar agua cerrando la llave cuando no se esté usando, arreglar las llaves que estén goteando por daño; utilizar transporte vehicular colectivo o alternativos, como por ejemplo compartir el carro llevando otras personas o utilizar el servico público de buses, caminar, utilizar bicicleta, etc.; reducir, reutilizar y reciclar, es importante este punto porque los residuos sólidos son una de las peores contaminantes del entorno. Con estas prácticas se puede ayudar a disminuir la cantidad de combustibles fósiles que se consume, la contaminación que se produce y a reducir el calentamiento global.
Es importante tener en cuenta que las futuras generaciones tendrán que tratar con enormes problemas ambientales de los que ya estamos viviendo, como el calentamiento global, efecto invernadero, entre otros., pero si se empieza desde ahora a tomar conciencia, se logrará un paso importante en el cuidado del planeta.
La problemática del calentamiento global, fue otra experiencia dejada en el MIMA, a través del trabajo colaborativo realizado, logramos interactuar acerca de los polémicos temas relacionados como el Protocolo de Kyoto, Cumbre de Copenhagua y alternativas endógenas.
En el problema del cambio climático hay una injusticia fundamental, que exacerba las relaciones ya problemáticas entre las naciones ricas y pobres. Los países con los niveles de vida más altos han sido los principales responsables (aunque inconscientemente) del aumento de los gases de efecto invernadero: las primeras regiones industrializadas (Europa, América del Norte, el Japón y otras) consolidaron su riqueza en parte dejando escapar a la atmósfera grandes cantidades de gases de efecto invernadero, mucho antes de que se conocieran las probables consecuencias.
Nuestra capacidad para quemar combustibles fósiles a un ritmo muchísimo más rápido de lo que llevó crearlos ha perturbado el equilibrio natural del ciclo del carbono, llevando a calentar nuestro planeta.
De igual manera, a través de la actividad de experiencia con el uso de la biomasa, conocí mecanismos de desarrollo limpio (MDL), que actualmente empiezan a tomar fuerza y poder manejar un desarrollo ecológico sostenible, cuidando el ambiente y mejorando nuestra calidad de vida.
La búsqueda de nuevas fuentes de energía cada vez más limpias y renovables ha llevado al desarrollo de algunos sistemas que aún están poco extendidos. Uno de estos sistemas es el que utilizan las centrales geotérmicas. Existe una clara necesidad de encontrar otros combustibles alternativos, entre ellos, el más utilizado es el combustible que procede de la biomasa. La biomasa puede convertirse en una fuente importante de energía, y se aprovecha quemándola directamente en calderas, o transformándola en combustibles líquidos o gaseosos.
Aunque lo que se busca en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) todavía no se ha cumplido efectivamente, por la última realizada en Copenhague que no se obtuvo ningún avance. La búsqueda de propuestas que garanticen un desarrollo y transferencia de tecnología a los países en desarrollo por parte de los países desarrollados según lo establece la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), continua y continuará….